Las empresas que se dedican a la producción de software, han amasado una gran cantidad de dinero gracias a las licencias que aplican a sus artículos para restringir su uso pero no su propiedad. Así podemos encontrar software cuya licencia puede ser instalada en tres o cinco ordenadores, restringiendo su uso pero permitiendo que una comunidad o coalición pueda disponer del software de manera individual. También es importante recordar que la compra de una licencia solo autoriza, generalmente, el uso de una versión o plataforma del software adquirido, así la adquisición del Microsoft Office 2003 no autoriza la utilización de la versión del 2007 y la compra de la versión para Windows no soporta el uso en Mac o Linux y viceversa.
El actualmente notorio avance del sistema de licencias en línea permite un abaratamiento en los costes de producción y por tanto una reducción en el precio de venta al público. También se plantea la posibilidad de abaratar aun más los artículos o incluso distribuirlos gratuitamente mediante la introducción de contenido publicitario en el programa.
Servicios que actualmente utilizan el sistema de licencia on-line podrían ser: Steam, plataforma de videojuegos que pone a disposición de los usuarios la compra digital, pudiendo exigir en algunos productos la adquisición del juego en formato físico con un recargo en la factura. El uso de Steam requiere evidentemente de conexión a Internet pues cada vez que inicias un programa se conecta al servidor web para comprobar el numero de serie, séase la licencia.
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